Monstruo silencioso detrás del ropero, la cortina
con un movimiento suave ondulado permitió que el
lucero regalase un poco de confianza, unos pasos
lentos y pesados anunciaban el presagio, no pude
evitar esa gota de sudor bajando por mi mejilla,
mucho menos esa taquicardia que se podía oír a
metros de mi cama...el monstruo nada mas que mi
sombra y un par de cerezas desabridas y ese vaso
de agua parecía tan lejano.
Eran las 4am y era demasiado temprano para
despertar y demasiado tarde para reflexionar.
El miedo no me dejo dormir mientras los segundos
parecían aniquilar eternidades, el monstruo y yo
jugábamos una vez mas a hacer las pases.
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