De momento; el gato brindaba su fortuna al compás
de los segundos, el cielo se tornaba gris y la falta
de cariño se hizo notar.
El sonido de la lluvia creo el habiente melancólico
y los recuerdos se volvieron a desatar, cuando la
tormenta termino los deseos de volar no parecían
tan disparatados...
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